Tras mucho tiempo sin viajar (sólo mentalemente, casi a diario), el vaga se pone en marcha a ver una de las ciudades que aunque la última vez fue a ver a Kiss (que al final no los vio porque casi pierde el ave), no vio en sí la ciudad. Vería otras cosas y me entrevistaría mi amigo Jose Manuel de "100 Días"...
Con su inseparable Xodó, rumbo a la tierra de los califas, se ponen en marcha en un día marcada por la lluvia, uno de esos días que a nuestra Madre no le correspondía darno lluvias , pero que el humano se aferra a hacerlo...
Una vez llegado al centro de la ciudad el primer impacto vagabundal es la tienda del ceramista Leonardo y sus tallas de toreros y gitanas cordobesas. Genial obra, si señor.
Tras el paseo seguimos andando en la judería, que nos leva a la Mezquita y al puente. Y por supuesto a la puerta del puente. Felipe II quiso dejar su meadita en tan imponente ciudad...Qué raro...
Vimos el río y sus patos y sus aves. Una de ellas me recordó al cernícalo lagartijero seudónimo de Don Quijote que le daba a su fiel escudero cuando no se cortaba las uñas. Cosas de la naturaleza...
Tras rodear la Mezquita Catedral, como les gusta hablar a los cordobeses, y presenciando lo que se avecinaba, la tripa de Xodó empieza a protestar y vamos a buscar algo que comer. Aunque élla y sus amigas telefónicas decidieron por Casa Pepe de la Judería, el vaga y su intuición una vez más hicieron acto de presencia y se retiraron a las afueras. Estaba el lugar donde se haría la parada antes de ver la gran obra arquitectónica de Abderraman I sobre la basílica de San Vicente, que después San Fernando reconquistaría de nuevo. (a ver quien la tiene más larga...).
En dichas afueras se encontraba un restaurante de diez comensales (como el templo) y la intuición, aunque pasó de largo el vaga, lo arrastró hacia él. Hablamos de "Sojo en Rama". Degustamos "Chicharrones sobre Lecho de Calabaza" y su peculiar "Flamenquín " cordobés. Ambos magníficos.
Pero el vagabundo no quería pasar la oportunidad de antes de entrar al la Mezquita-Catedral o por qué no, Catedral-Mezquita (tanto monta) de tomar su preciado te moruno, en una de las innumerables teterías que el vaga ya le había echado el ojo en el primer paseo por la judería.
Google, nuestro amigo de viajes , regentado por Xodó, nos llevó a una tetería en una calle de flores hermosísima.
Nada más entrar estaba todo lleno de empanadas. El posadero era una empanada. Tuvo que llamar a su querida familia de empanados a atender a un bus de galleguiños, para saborear ilustres empanadas. Ahora que caigo , hermanados. Papá empanada, era un poco avispado. Bastante. De hecho el negocio estaba montado como el que abre el zajuan de su casa y se pone a vender empanadas. Y con aspecto de actor de Hollywood, en concreto de John Wayne.
Con el tiempo cumplido para nuestra inmersión en la Mezquita-Catedral, damos un paseo por el patio , típico de las macroconstrucciones del medievo, achinado, y vemos una serie de vigas de madera colgadas del techo, labradas a mano, millones de labrados perfectos, como las pirámides de Egipto y como lo que veríamos después en el templo; labor de la mano humana...
Sin más, pasamos a entrar al edificio. La impresión del vagabundo nada más entrar fue: ¿Cómo? ¿Esto a cien kilómetros de casa y yo no haberlo visto sólo en fotos? Magestuoso, supremo, sin par...Cientos de arcos mozárabes a rayas dentro de lo que por fuera era una catedral... Maravilloso...
Con dolor de cuello ante tanta majestuosidad, empezamos en orden a ver las ciento de capillas a los lados y los restos del templo a nterior y claro. Como vagabundo magadaleniense, encuentra su cruz tallada en una piedra...
El vagabundo empieza a ver cosas raras en esa bella construcción. Cosas de las que después le gusta investigar. Su cruz ya estaba investigada de sobra pero quería disfrutar de la construcción , y fotografiar detalles que llamaran la atención.
Por ejemplo, en una de las numerosas capilla había un texto escritor por "Capilla de Ihesu Verde y San Nicolás", donde Francisco Martínez y Pedro Campaña le "metieron mano". Lo de Ihesu se cree que es por Ihs, pero lo verde porque el verde es regeneración y los pintores medievales pintaban la cruz en verde. Pero no es muy seguro. Quizás sea por la suerte y el amor.
Donde se esconden los tesoros del descomunal edificio hay ocho monjes "Calvitos" . Presididos por San Bernardo y la historia que tiene con los templarios, cabe sorprender a Santo Domingo y el perrito con su antorcha en la boca. Y es que su madre antes de que naciera Domingo soñó que salía de su vientre un perrito con una antorcha: símbolo de que sus ladridos (su voz) llevaría la luz al mundo (antorcha).
Una vez me inspiré para mi saga "Los Cuentos del Don"("El Colegio del Don", "El Instito del Don", "La Universidad del Don" y "El Postgrado del Don") del personaje principal (Mr G) y pinté un cuadro. Se me vino a la cabeza ponerle un perrito a los pies. Quizás de una reminicencia o no...
Otra de las figuras en un altar un buey y una ave que se cree que hay que oir las misas con la intensidad de un buey y desde el cierlo y la tierra.
Otras de las cosas curiosas fue cómo convivian las dos religiones allí dentro. Retablo y arcos mozárabes, puertas de estancias mozárabes dentro de capillas...También se cree que fue un monumento al que transportó todas las columnas mozárabes (104), obra de la mano humana...
Y sobre todo restauranciones por más de de 4.000 millones (no me he equivocado) que sin duda no creo que lleguen de un fondo Español o Europeo y que quizás piensen, los que financian la obra, que aún es todo aquello suyo...
Ante tanto asombro y más de 2 horas de visita, Xodó y Vaga salen de tal monumento sin pocas palabras que expresar lo visto.
A la salida de la catedral vislumbra un cartel que hace una reflexión maravillosa: "Si quieres que tu dolor se convierta en alegría, no pasarás pecador, sin alabar a María"...¿Cuál de ella María o Magda?...
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