"Campos de Níjar".Juan Goytisolo.
11.3.2025
I.
Recuerdo muy bien la pobreza y la violencia que me producjo viniendo por la N-340 la primera vez que la vi. La tierra se humanizaba poco y no me engañaba:Anunciada por un rosario de cuevas horadadas en la montaña (capital del esparto del moco ylegañas) como dicen provincias vecinas. Es medio insular, medio africana.
Perdí el autobus y me perdí dos horas hasta el siguiente. En un bar dos pajarracos salieron a mirar cuatro mujeres. "Qué mujeres, España es el mejó país del mudno, notendrán el adelanto de otras naciones peroa pa vivir...caray que yo no lo cambiaba por ninguno". Al reparar el brillo de sus ojos , andaban borrachos.
Me preguntaron de donde era y qué hacía por allí, les contestaba con monosíabos, me invitaron a chatear pero no puedo, mi autobús sale dentro de unos minutos
II.
Tres autobuese diarios de Almería-El Alquilán. HAsta Níjat ahayun devío para los baños de Sierra Alhamilla. Mi vecino sabía hablar catalán pero me dijo que cometió la estupidez de volver allí. "Aquí uno s ehace viejo enseguida, y luego la familia te amarra..."·.
En las cuevas de übedas y Meedinas los mineros con la crisis de principio de siglo se incrustan en la montaña como buitres. Desde allía acarrean mineral hasta Almería y de allí a Francia , Alemania o Inglaterra.
A la falta de agua: henequén , nopal y guayule. Me recoje un caminonero y el paisaje invoca a más agua más árboles. No es por la lluvia sino por los ingenieros. El camionero, el sanlúcar, me lleva a la única mina de oro de España.
Me lleva a la fonda donde hay hombres y muchachas reposando. Eran las maestras.Nadie se atrve a hablarlas, cuando se dan cuenta son solteronas y no encuentran a nadie que las salga. estaba en Rodalquilar. Se van todos de la cantina y es hora de seguir el camino.
III.
Un camionero de la mina me lleva a Níjar, pero antes a Aguas Amargas y Fernán Pérez dejan a otros. Todos vamos montados en la caja. Me preguntan si trabajo en Barcelona y digo que sí para no complicar la cosa. Y por mi familia, y les dije que las dejé en casa. Uno de ellos dice que si viviera en Bcn no se asomaría por Almería. Yo sólo hago pasear mi paquete de ideales.
Vemos un lagarto y dice uno que la gente de allí se los come con tomate, ajo y una pizca de perejil. Yo digo que los payeses se los comen asados.
Me bajo y veo pimpollos y racimos. Uno de ellos dice que antes era desierto todo y que enunos años, tos los campos se convertirán en parrales. Pregunto de donde sacan el agua. De los pozos dice uno de ellos.
Cerca de níjar mucha arena, poco árbol, y mucho viento; responsable de tracoma y enfermedades de los ojos que hizo famosa la provincia. Uno dice que en Carboneras: sólo piedra y lagartos Recuerda a Tarragona.
IV.
El esfuerzo del hombre ha transformado a Níjar.Almendros, frutales , jofres y olivares se despeñan por la varga lo mismo que rebaños desbocados. En Níjar las casas no parecen africanas como las de los otros pueblos. Son más andaluzas y extre,eñas, de un sólo piso.
Un hombre me agarra del brazo y me esnseña casa y familia. Me preguntan que deseo ver y les digo que nada en particular; las calles. Uno de los niños me coge de la mano para enseñarme el Paseo. Parece Sitges o alguna playa de moda.
La cerámica de Níjar es famosa por el sur. Pregunto donde están los talleres. Pregunto a uno cuanta hacen al día y me dice que no las cuentan. Parece poco hablador. Veo un líquido blaco y le pregunto queé es y me dice caolín pa barnizá. Dice que es un negocio muy cansado y hay que pedalear mucho y que no trae cuenta. Otro dice que si es por cuenta propia si trae cuenta. Otro dice que prefiere eso a estar como las ratas debajo de la tierra.
En la esquina hay una taberna y entramos a tomar una copa. Los alfareros permanecen silenciosos tras la discusión diaria del oficio.
Veo un taller de bicis, un almacén de grano ,paso por una iglesia y está cerrada. Por el arroyo pasan dos mujeres en borrico. Decido subri al albaicín.
Cuando ceno en la posada, recuerdo cunado Ortega y Gasset habla que en 13.9.1759 cuando se proclama rey a Carlos III, tiraron todo a la calle las "mugeres" y todo el mundo bebía, "egecutando" todo o que había en sus casas, tirándolo por las ventanas, quedando dicha villa destruida. Por supuesto eran las minorías selectas las que tiraban los dineros por las ventanas.
V.
Ls sábanas se me pegaron más de lo debido y no vi el amanecer y el perdí el "autocá" me dijo la posadera.
En la barbería , mísera, mientras me enjabonan la para pregunto a cuántos quilómetros queda Lucainena. Por lo menos a 27 como no tenga coche...me dijo el barbero. Me recomiendan Cabo de Gata. Empiezo a andar y después de tanto calor busco una sombra. Veo a lo lejos un coche y parece que me espera. Es un hombre rubio con un coche de París. En francés me pregunta por agua y le respondo que es la primera vez que cojo esta ruta. Aparece un viejo con el que sigo caminando y le indica al francés donde hay agua de pozo.
Me pregunta si soy francés y le digo que no, y por qué hablo así francés, me dice. Le enseño el pasaporte. Fin. Me ofrece tunas (higochumbos). En casa las tobámos por docenas, pero mi padre no quería que las mezclásemos con uvas, las pepitas nos harían cortar la digestión.
La gente de aquí dice nace,vive y muere sin reflexionar. Siempre he querido ir a un país que llueva, como el suyo, Francia. Sigue en ello...Nosotros sólo vivimos de las tunas, la tierra no da para otra cosa. Me pide una limosna, dice como los demás. Las tunas me las regala. Coge el dinero y se marcha muy tieso.
VI.
En La Fabriquilla, más de lo miso: miseria, perros hambrientos, y niños corriendo revolcándose en la aguacha. Entro en el bar "El Viruta".. Dan anís seco y lo bebo de un latigazo. Subo el camino del faro y el paisaje se transforma. La sierra se desploma verticalmente sobre el mar. Sólo hay arena y palmito. ëste se usa para fabricar escobas y esteras y el cogollo blanco y sabroso se consume en todos los países de Africa, donde es más estimado que el espárrago.
VII.
Entre el cabo de Gata y Garrucha: acantilados, rocas, isletas y calas y el invita al baño, se uede acampar sin riesgo.
Buusco Argimiro amigo de Grabiel. Me lleva por la salina camino al cortijo del Nazareno. Me cuenta que aquí nadie baile las mujeres sí al compás de las letrillas que se inventan por soleares los hombres.
No lleve nada, decía. El alcalde tendría que sacar elsanto para que lo hiciese. To San José y el cabo de Gata es de don Jose´Gonzáles Montoya. Nos acercamos a unas minas de plomo y manganeso. Cuando cerraron las gentes se marcharon de allí. Me deja a media hora de San José.
Llego al pozo de los Frailes y los niños gritan "¡Un forastero!".Aquí la gente ha perdido el gusto de vivir. Mi paseo dura 20 minutos, y voya bañarme a la playa. Tras eso me pongo en marcha y un turismo cuando agito el brazo se para.
VIII.
A dónde va usted, preguntan y les digo a donde vayan ellos. A Escuyos. Si hibiese mejor carretera los turistas vendrían como moscas ya que es mejor que Málaga y adquirió un pueblo entero después de Escuyos admitió.
Vemos a un ovejero como un cachooro demadrado. Aquí trabajan los chavales a los 7 años. Pregunto si no van a la escuela y dice que sus padres no los dejan.
Continua diciendo que en Castilla y en el Norte la gente es educada y sabe el valor de las cosas, aquí no. Cuando tiene dinero lo gastan como si les quemara.
Vamos al castillo pero está abandonado, lagartos en el patio, la habitación de los dueños llenas de pulgas. A salir copamos con dos civiles y le preguntan a mi compañero cómo está Ambrosio. Él dice que deberían de arreglarlo como cuartel.
Cuando llegamos a Ambrosio lo conoce todo el mundo. Me llevó a enseñarme el cerro. Y me pregunta qué me parece. Le digo gritando por el viento que bien.
Un joven con remiendos en la camisa le pide prestado una de las casas que tiene Ambrosio, unos meses. Ambrosio le dice que no, porque no serán unos meses . Se dirige a mí y me dice que a parted e abusar de buena fe, después vienen con quejas y reclamaciones. Pero lo intenta después de su mujer. Le dice que la propiedad es de la familia, de su hemana y madre.
IX.
Durante el viaje de regreso Ambrosio me dice que Almería no son como nostros. En Valladolid se dicen las cosas a la cara. Aquíalharacas, sonrisas y cuando uno se va, lo ponen como un trapo. Son esclavos te lo aseguro. Ganan cuatro cuartos y están en la taberna cantando y batiendo palmas. Se mantienen con una pizaca de pimiento y sardinas. Todo apariencia y fachada.
Dejando Escuyos y Pozos de los Frailes se me ocurre que los almerienses nunca han sido protagonistas de su historia sino comparsas, resignados y mudos. Desde la conquista ha sufrido una ininterrumpida y patética decadencia. Nunca se integraron a España. La tala de bosques, emigración transformaron en el desierto de ahora su aniguo paisaje. Colonizada por los Borbones, fue descuidada por reyes, ministros, reformadores y escritores. Una leyenda de incomprensión y olvido debía dejarla alejada de todos los movimientos renovadores que en España se produjeron. Nunca fueron ni conquistadores como castellanos o extremeños, navegadores como gallegos o vascos ni comerciantes como sevillanos o catalanes. Su aportación siempre fue anónima, eran la tripulación de los galeones, la sufrida tropa de los ejércitos y la mano de obra oscura y abnegada.
De pronto llegamos a Los Nietos y de allí a la carretera de Níjar con Las Negras. Saco la cartera y dice que corre de su cuenta porque lo invité a comer. Me bajo y a media hora está Fernán Pérez. Allí se vive de agricultura y de la mina de oro. Veo a hombres con chaqueta y sombrero y pienso que debe haber una feria por allí y veo Hortichuelas. Y ala izquierda el camino que lleva a Las Negras.
De mi camino anterior me conocen y me invitan a beber, no en el bar que estoy de frente sino en otro. Estaban de entierro.
En el otro bar una mujer en la barra que su hermosura me enciende la sangre. No me gusta la charla y me voy al entierro. Me cuentan que el muerto era un joven que se fue a la legión 5 años por mal de amores y una enfermedad en menos de cinco días lo llevó a la tumba.
Vamos al campo santo, se celebra la ceremonia y el joven me acompaña en su moto.
X.
El coche de línea de Carboneras sale de Almería a las 17.30. El motero me dejó entre Níjar y San José y esperé una hora en la cuneta. Cuando empezó a llover agité los brazos, se paró el bus y dije a Carboneras. El conductor dijo que me salvé de milagro; de la lluvia.
Cuando la gente de Alería escucha Carboneras toca madera y se santigua. Casas cerradas, habitantes que se escurrían como sombras y el mar embestía contra la playa. El chófer paró fui a la playa. Fui a una taberna y pedí jumilla. Se acercaron a mí un aguador y un apera carros. Hacía esfuerzo por entender lo que decían Y quería decirle que si éramos pobres, lo mejor que podíamos desear es ser también feos, para que la belleza nos sirva de excusa para cruzarnos de brazos y que para salir de nosotros mismos debíamos resistir la tentación de sentirnos tarjeta postal o pieza de museo.
Cogí al botella porque el corazón me latía con fuerza y la sed me quemaba la garganta, Bebía uno y otro vaso. Estuve vagando por el pueblo toda la tarde y después permanecí varias horas acostado en la playa. Me despertó un nilño diciendo "pàrece que se le ha muerto alguien, mi madre lo vio llorando"...
XI.ç
36 después, lavado y afeitado como dios manda cogí el bus a Murcia. Mientras nos alejábamos del suburbio almeriense leia el Abc y el Yugo El universo razonable de los periódicos me serenaba y adormecía Y me recordaba que que la angustia es mal pasajero, que un orden secreto que rige las cosas y que el mundo pertenece y pertenecerá siempre a los optimistas.
Mi vecino me preguntó con mi Yugo en las manos ¿Ha visto usté? y le dije no. Parece que este año tendremos más aceitunas...
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