"Vivir bien la Vida"J.K.Rowling.
Si quieres el libro te dejoel enlace, de lo contrario te dejo mis apuntes:
(Hace varios día que pensaba en ella como fue su vida. Me quedé sin libros para leer y fuia por ellos, y la encontré con chapli. Seguro que tus cafés de tiesa y la imaginación me pueda ayudar a conseguir uno de mis sueños escritos en diciembre del 2016."Vender 15.000 libros al mes". A mitad del libro leo y me acuerdo estar en mi zulo congelado.JCM)
18/11/18 16:05 a 16:26.
Sobre una conferencia en Harvard...
El miedo y las náuseas que he sufrido estas semanas pensando que tendría que pronunciar este discurso de graduación me han hecho adelgazar. ¡He salido ganando por partida doble!
Reflexionar sobre su discurso me ha ayudado mucho a escribir el mío porque resulta que no recuerdo ninguna palabra de la que dijo (la baronesa Mary Warnock).
He llegado a dos conclusiones: los beneficos del fracaso y la importancia crucial de la imaginación.
Hace media vida trataba de encontrar el difícil equilibrio entre mis sueños y lo que mi familia esperaba de mí.
Mis padres opinaban que mi prolífica imaginación era una excentricidad divertida que nunca me serviría para pagar la hipoteca ni asugurarme una pensión.
Eso de culpar a nuestros padres por llevarnos en la dirección equivocada tiene fecha de caducidad; en cuanto alcanzas la edad suficiente para tomar las riendas de tu vida, la responsabilidad cae sobre ti. Ellos habían sido pobres y yo también lo fui después y coincido con ellos que no es una experiencia que ennoblezca. La pobreza conlleva miedo y estrés y a veces depresión; implica infinidad de pequeñas humillaciones y dificultades. Salir de la pobreza por tus propios medios sí es algo de lo que uno puede enorgullecerse , pero la pobreza en sí sólo la idealizan los necios.
Lo que más temía yo a vuestra edad no era la pobreza, sino el fracaso.
Aprobar exámenes y eso durante años habíla frma de medir el éxito tanto en mi vida como en la de mis compañeros.
(La medida del éxito en la mayoría de los adultos es ganar un buen sueldo...JCM)
El talento y la inetligncia todavía no han vacunado a nadie contra los caprichos del destino y jamás se me.
El miedo al fracaso quizás os impulse tanto como el deseo de triunfar. Es más, vuestro concepto de fracaso podría no estar muy alejado de lo que el ciudadano medio considera tener éxito, porque vosotros ya habéis volado muy alto.
No conocía a nadie tan fracasado como yo.
En mii última instancia, cada uno tiene que decidir por sí mismo qué constituye el fracaso, aunque, si se lo permitís, el mundo estará deseando daros algunos parámetros para medirlo.
Yo ya había fracasado estrepitosamente. Mi brevísimo matrimoni o se había ido al traste, y estaba en el paro, era madre soltera y tod lo pobre que se puede ser en la Gran Betraña de hoy en día antes de convertirse en una persona sin hogar. Los temores de mis padrfes y los míos, se habían hecho realidad y según esos criterior convencionales, no conocía a nadie tan fracasado omo yo.
Ahora bien, no he venido aquí a deciros que fracasar es divertido. Aquel periodo de mi vida fue muy duro y entonces no tenía ni idea de que iba a ocurrir lo que más tarde la prensa describió como un cuento de hadas. En aquella +epoca no sabía hasta dónde se extendía el túnel y durante mucho tiempo, y cualquier luz era tan sólo una esperanza y no una realidad.
El fracaso me obligó a prescindir de lo superfluo. Dejé de fingir ante mí misma que era lo que no era y empecé a concentrar toda mi energía en acabar el único trabajo que de verdad me importaba. Si hubiera tenido éxito en cualquier otro campo, quizás nunca habría encontrado la determinación necesaria para triunfr en el único terreno en el que de verdad creía que encajaba.
Me sentí liberada porque mi mayor temor ya se había cumplido, y sin embargo seguía viva y seguía teniendo una hija a la que adoraba y teníauna máquina de escribir vieja y una granidea. Y así fue como, tras tocar fondo, ese mismo fondo se convirtió en la sólida base sobre la que rehice mi vida.
Es imposible vivir sin fracasar en algo, a menos que seas tan prudente que no se pueda decir que hayas vivido y n ese caso fracasas por omisión.
Fracasar me proporciono una seguridad interior que nunca había alcanzado aprobando exámenes. Fracasar me enseñó cosas sobre mí misma que no había podido aprender de ninguna otra manera. Me di cuenta de que tenía más disciplina de la que sospechaba, también descubrí que tenía amigos uchísimo más valiosos que las piedras preciosas.
Nunca te conocerás de verdad a ti mismo, ni sabrás lo sólidas que son tus relaciones hasta que la adversidad os haya uesto a prueba a ellas y a ti.
La vida es difícil, es complicada y nadie puede controlarla del todo, peo si sois humildes y lo aceptáis, lograréis superar las vicisitudes.
La imaginaciónno es sólo la capacidad exclusivamente humana de concebir algo que no existe, y por lo tanto, el origen de toda invención y progreso; podríamos afirmar que su aspecto revolucionario y revelador consiste en que es la fuerza que nos permite empatizar con otros seres humanos con vivencias completamnte distintas a las nuestras.
La revelación se produjo en uno de mis primeros empleos. Aunque en los descanso para comer me escabullía y me iba a escribir historias.
Mi modesta participaci´n en ese proceso fue la mayor elección de humildad y una de las experiencias más inspiradoras de mi vida.
A diferencia del resto de los animales de este planeta, los seres humanos pueden aprender y entender algo sin haberlo experimentado. Pueden ponerse en la pil del otro. Es un poder que se puede usar para manipular y controlar o para comprender y solidarizarse.
Muchos prefieren no hacer ningún uso de su imaginación. Pueden negarse a saber. Creo que las persoanas que de forma deliberada no hacen uso de su imaginación ven más monstruos. Suelen tener má miedo.
Lo que logramos internamente cambiará nuestra realidad exterior.
No necesitamos magia para transformar nuestro mundo; ya tenemos en nuestro interior, todo el poder que necesitamos:el poder de imaginar algo mejor.
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