László Moholy Nagy (Bácsborsód, 20 de julio de 1895 - Chicago, 24 de noviembre de 1946) fue un fotógrafo y pintor húngaro. Ha pasado a la historia como uno de los más importantes profesores y teóricos del arte y de la fotografía desde su trabajo en la Escuela de la Bauhaus alemana.

Venía de una familia rota, abandonado por su padre y criado por su tío. En esa Alemania, abandonó el judaísmo para tener más oportunidades.Tenía que reinventar la historia de dónde venía.

Su verdadera pasión fue la pintura, hoy en día es recordado como uno de los mejores fotógrafos de los años 20, pionero en este campo.1También fue profesor en la escuela Bauhaus. Hizo un experimento radical que cambió el arte y la enseñanza e hizo que el diseño afectara a la sociedad. Entrenaba a artistas y diseñadores juntos. Pintura, escultura, arquitectura y diseño; todo en uno. Entrenaba a gente a ser más feliz y por tanto eran más productivos en sus vidas y en la modernidad.

La I Guerra Mundial estalló mientras Moholy-Nagy desarrollaba sus estudios como jurista, y tuvo que abandonarlos para alistarse en el ejército de su país. Él odiaba la guerra porque era pacifista, decía que la guerra no tenía ninguna razón. Durante los años que duró el conflicto bélico, empezó a dar sus primeros pasos artísticos, con algunos trabajos enfocados en dibujos a la tiza y a la tinta china. Una vez que terminó la I Guerra Mundial, abandonó sus estudios de Derecho y se dedicó por completo a ser artista. La guerra lo dejó lisiado de un dedo (en las fotos lo escondía).

El amor le llegó en 1920 una vez instalado en Berlín. Allí conoció a la que se convertiría en su esposa, Lucía Schulz (más conocida como Lucia Moholy). La pareja experimentó al máximo la fotografía y realizaron interesantes fotogramas, los cuales datan de 1922 y alcanzaron la fama. Ella lo apoyó económicamente, trabajó y su trabajo lo exponía en exposiciones. La mujer era importante para él para que pudiese desarrollar su trabajo; se le cuida y estira los centavos. Él no quiso tener hijos porque no sabía dónde encajarlos en su vida, le dijo a su mujer que si quería tenerlos que ella tenía que criarlos. Los tuvo y les marcaba una línea en el suelo, dónde no podían pasar en sus trabajos. Aparte de su mujer, tenía una novia.

Tenía una corazonada de que iba a ser famoso y trabajó duro para ello. Le atrajo el modernismo. Nunca dejó un lienzo a medias ni escribía un libro y dejaba sin terminar.

Un año más tarde, la escuela Bauhaus elige a Moholy-Nagy para que se haga cargo del taller de trabajos de Metal. Posteriormente, el director del curso, Johannes Itten, abandonó la escuela y Moholy-Nagy ocupó su cargo. En este periodo se volcó en el estudio de los efectos de equilibrio y presión de los materiales y se convirtió en el precursor de la fotografía Bauhaus. Contrató a cuatro profesores que estaban entre sí enfadados, pero eran los mejores en su campo. Hacía exposiciones para mostrar el trabajo de sus alumnos y venderlos. No hacía exámenes y tenía un lugar para los que quisiesen ir. “No es el producto , sino la persona”. Tenías que saber usar cada herramienta del edificio con seguridad. Quería que cada uno tomase su propio camino creativo. No había diapositivas sino proyectos.La asignatura historia del arte la daba mediante una conferencia de un artista famoso. Algunos proyectos se hacían con materiales de la basura. La mayoría.Los profesores se remangaban con los estudiantes.

No había aulas sino talleres: de arcilla, pintura, fotografía, panadería,…Era muy emociónate y rebosaba alegría, dicen sus alumnos.

Tuvo tanto éxito que el gobierno daba becas para estudiar allí. Quería que sus alumnos se integraran en las industrias y diseñara para el futuro. No quería que sus alumnos investigaran, sino que trabajaran, investigaran en sus proyectos y vendieran sus productos.

El vanguardismo se ve anulado por los cheques y los cócteles, decía . Aunque lo hacía muy a menudo para recaudar fondos. Sabía que experimentar no era gratis y la escuela y la viabilidad dependía de él y de sus recaudaciones.

El arte abstracto decía que era diferente y revolucionario. Es cómo veía el mundo. Esto molestó a los nazis y por eso te tuvo que ir de Alemania a Róterdam. Y más tarde a Londres, donde tuvo que trabajar de diseñador comercial.

En el año 1937, emigró a Chicago donde se puso al frente de una escuela de diseño a la que llamó "Nuevo Bauhaus". Pero la iniciativa no prosperó y Moholy-Nagy cerró las puertas de su escuela solo un año más tarde. Los demandó porque firmó 5 años. Moholy entendía que era el mínimo tiempo que una escuela tendría sus frutos y los americanos lo querían rápido .

Aun así, un par de años después, con su espíritu artístico todavía vivo, el artista húngaro fundó otra escuela, esta vez en colaboración con otros artistas. Sus caídas reavivan su espíritu , decía.

En la escuela de Chicago tenía un idearium: “Todo el mundo tiene talento”. Era el mantra de la escuela. Y esto se hace mirando el mundo con los ojos de un niño. Nada era vendible, todo era experiencia. Reinventa por necesidad.

Evaluaban a las personas en su totalidad: mente y espíritu.

Con la II Guerra Mundial bajaron las inscripciones y lo cambió toda la formación. Lo enfocó todo en la guerra. Asignaturas de camuflaje, plásticos, madera (ya que no había metal que se empleaba en la guerra), especialidades para la mujer, mecánicos, fotografías para la guerra, diseño terapéutico para lisiados,…Crearon hornos infrarojos para cocinar rápido en la guerra.

Decía que se puede artista y diseñador al mismo tiempo pero el resultado final es distinto.Cuando se hace arte es cultural y el diseño es comercial.El diseño puede acabar en una galería.Pero la intención de los artistas y los diseñadores es distinta.

Lo que más me gusta de mí es ser feliz con mi trabajo y lo que menos ser fanático con él.

“La gente cree que la creatividad viene directa de Dios, pero se olvidan el trabajo duro que hay entremedio” Bárbara Kasten.

En el trabajo el proceso es lo más importante, es lo que marca la diferencia en tupropio crecimiento.Pasas por ese examen que es la búsqueda del alma. Crecemos cuando hacemos arte.

Él decía que era un aficcionado , porque los aficionados son los que disfrutan con lo que hacen.