Los vangabundistas: Enrique y Rafa, y sus señoras (a una de la cual tuve el placer de darle un curso de cocina) apareciron por el templo a degustar mis platos y me recomendaron el lugar donde iban a pasar muchas de sus almuerzos cerca de su trabajo: La Peña.

Llamada así por se una Peña Sevillista llamada Eindhoven, no se parece nada a una peña, sólo hay una bufanda, sin televisor, pero eso sí, es un templo gastroómico. 

Regentada por el argentino Alejandro con pasado tradevosista de mi amado Gonzalo Jurado, y de su socio Marco fondista y amigo de Enrique el vagabundista, hacen la pareja ideal para llevar a cabo uno de los mejores sitios para degustar en Sevilla.

Ya hacía tiempo que no pasábamos por allí y la verdad que fuimos a pegarnos un homenaje.

Empezamos por unas exquisitas "Gildas de Bonito"donde cada bocado pasaba a otro un poco más fuerte pero magníficamente compensado. Yo quería empezar con algo que tenía en mente, que eran los "Tomates con Ventresca" cocida allí, pero Xodó me hizo pedir cosas nuevas. Y es que no se me olvidó de la última vez que pasamos por allí.


Seguimos por mi "Menudo " obligado por donde pase, exquisito pero con el toque argentino de Ale , insuperable.


Obligada la "Ensaladilla de Gambas" para Xodó, fue un acierto, por parte de ella. Cortada con la regañá "Obando" un magníco tandem en toda regla.


Pero cuando llegaron los "Berberechos al Vino", nos quedamos mirando y sonreímos Xodó y yo. Y es que nos llevó a las "Almejas a la Brasa" de "Cañabota" un sabor a puro mar, tal como estaban hecho los berberechos con esas manos argentinas y su equipo.

Por supuesto no pudimos dejar pasar los "Boquerones Fritos" excelentes en harinas eco como siempre lo hace el Gordi (Gonzalo) y ahora lo desarrolla como nadie Ale.

No asiduos de comer tanto, terminamos con un excelente "Ganache de Chocolate" que me llevó al chocolate belga que todas las Navidades pasa por mi casa sin excepción (Lindt). Su versión fue espectacular.

Tras el postre pagamos, y nos fuimos un poco rápido para poder dejar hueco a muchas de las gentes que venían sin parar a degustar su cocina. 

Y por supuesto no podemos dejar pasar la oportunidad para mencionar, el magnifíco servicio de Marco, Juan y rodos los suyos que hacen el complemento ideal al negocio por excelencia del barrio de Nervión.

Gracias por todo , ha sido un placer y como dijimos sin duda; volveremos...