"La Metamorfosis". Frank Kafka.
5.2.2025
Al despertar Gregorio Samsa una mañana tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un mosmtruoso insecto.
Respecto a los madrugones de trabajo, y el trabajo en sí si no hubiese sido por mis padres ya me hubiese despedido. Los madrugones entontecen al hombre por completo.
En cuanto les pague a is padre la deuda (unos 5 ó 6 años todavía) ¡vaya si lo hago!...
Su padre al ver que no salía de su cuarto le dice desde el cuarto contiguo que estaba allí el señor principal y pregunta por qué no te marchastes en el primer tren.
El padre dile dice que el chico sólo tiene el almacén en la cabeza y casi no sale. Lee , calla y hace trabajos de carpintería cunado está aquí.
Su hermana pensó que si su hermano no se levantaba, el amo atormentaría asus padres con las deudas de antaño.
El señor principal le dice desde la puerta cerrada que lo tenía como hombre formal y juicioso y que ahora hacía galas de incomprensibles extravagancias. Gregorio le dice que una ligera indisposición le impide levantarse. Que ya se pondría en pié cuando se mejorara.
Su madre dijo que tal vez se sienta mal y lo estamos mortificando, llamar al médico , le decía a su hermana Grete. Su madre se cayó y su padre con el puño en alto salió llorando cuando vio a Gregorio.
Gregorio necesitaba a su hermana a su vera.
Los padres anrieron la ventana para que saliese. Pero Gregorio al salir recibió una patada de su padre que lo volvió a la habitación, sangrando en abundancia.
Una escudilla de leche le repugnó, siendo su alimento preferido, cosa que puso su hermana en su habitación. Se metió debajo del sofá de su habitación donde se encontró a las mil maravillas.
Así estuvo toda la noche y sobresaltos de hambre y de preocupaciones, concluyendo que tenía que tener calma y paciencia, y que su familia soportase su estado. Su hermana le puso en un periódico una serie de alimentos a ver cual le apetecía. Devoró queso, legumbres y salsa.
La charla en las comidas era sobre él, y no quedarse ninguno solo en casas sino de dos en dos, y nunca abandonar la casa. la criada suplicó de rodillas que la despidiera. Y prometió no contar nada.
El padre expuso a la familia la verdadera situación económica. Abrió la caja de caudales de lo que le quedaba de un antiguo negocio. Esa fue la primera noticia buena que tuvo Gregorio desde su encierro.
Su hermana era la única que mantenía relación con Gregorio y le tocaba el vilín. Gregorio con su esfurzo quería mandarla al conservatorio. Eso del conservatorio no sonaba bien a sus padres cuando se hablaba de ello.
El padre explicó que no se tocaba nunca el baúl del dinero porque el dinero de Gregorio, pagaba todos los gastos y generaba un ahorro que guardaba.
Aunque el padre llevaba 5 años sin trabajar, con edad de hacerlo, en esos 5 años engordó con exceso de grasa. Ni la madre trabajaría con asma ni su hermana con 17 años recién cuplidos. cada vez que se hablaba de esto Gegorio abandonaba la puerta de vergüenza y se tiraba en el sofá de cuero y soñaba.
Gregorio a medida que paasban los días veía con claridad lo que pasaba. Sus padres no querían entrar a verlo. La hermana entraba a arreglar la habitación.
Auqnue lo que más le gustaba era estar en el techo, ante un descuido se cayó en el suelo, pero por el cuerpo nuevo ni se lastimó. Su hermana para que no se subiera en los muebles de la habitación empezó a sacar muebles y la ayudó su madre. Su madre gritó de júbilo, pero a Gregorio no le gustó mucho.
Gregorio se sentía abandonado en su cuarto vacío. su madre pensó que la falta de relación humana, y su monotonía, lo trastornó. Y no se explicaba como Gregorio entristeció al ver su habitación vacía. El en ese estado no lo necesitaba.
Le vaciaron su cuarto, le quitaron lo que más amaba, se llevaron el baúl donde gusrdaba sus herramientas de carpintería. Su madre quería echarlo de su habitación, se lo dijo Grete.
Presa de remordimientos e inquietud empezó a trepar por lo poco que le quedaba y cayó con desesperación encima de la mesa.
Su padre no se había presentado aún en ese estado.. Pese a todo gregorio se preguntaba si ese era su padre. No dudoso de quien era su padre empezó a recibir manzanazos, y su madre le rogó que le perdonara la vida a Gregorio. Pero debían de reponerse a la repugnancia de sue stado actual y resignarse y nada más.
Esa familia deshecha por el trabajo, decide despedir a la criada. Se vendieron alajas. Gregorio en la oscuridad de su nuevo cuarto y en la la de al lado lloraban las mujeres.
Su hermana no quería que nadie entrara a arreglar la habitación de Gregorio excepto ella. Un día la limpió su madre y Grete se sintió ofendida.Lloraba desconsolada, golpeaba la mesa y Gregorio, quería cerrar la puerta ante tal esperpento.
Un día la asistenta entró a limpiar y Gregorio le iba a atacar y esta levantó una silla y Gregorio retrocedió. Gregorio ya no comía.
Ante la prepariedad de la familia, daban de comer a huéspedes, la familia comía en la cocina, y los muebles que sacaron de la casa para los huéspedes, los amontonaban en la habitación de Gregorio.
Un día tocó su hermana y se acercó al salón. nadie le echaba cuenta. Gregorio le tiró de su falda para que tocara en su habitación. Uno de los huéspedes le le dijo que había un bicho por allí. Se alegraron más que con el violín. La hermana dijo delante de tosdos que había que deshacerse de él. Su padred ijo " si al menos nos comprendiese"...
Gregorio no quería asustar a andie, solo quería irse a su habitación. Cuando llegó a ellla, sonó un portazo y un sonido brusco del cerrojo, su hermana era a que lo encerró.
A la amñana siguiente entró lka asistenta, pero Gregorio no le chó mucha cuenta hasta que vio que en la mano llevaba el deshollinador. lo pinchó y dice "Ha reventado".
Su padre se santiguó y las tres mujers (herman, madre y asistente)se santiguaron. lloraon algo, echaron a os huéspedes. Los familiares de Gregorio escribiron cada uno una carta de disculpa: el padre al jefe del insecto, la señora al duelño y Grete a su principal.
Lo siguiente era mudarse a una casa más barata, más pequeña, mejor situada que la elegida por Gregorio. Grete al terminar el viaje a su nueva casa estiró sus formas juveniles para confirmar sus nuevos sueños y las sanas intenciones de sus padres...
Un artista del hambre.
Los hombres se asombraban al ver un hombre con camiseta oscura, pálido , costillas salientes, tendido en la paja, que contestaba a preguntas con sonrisa forzada o que sacaba un brazo por los barrotes de la jaula para hacer notar su delgadez.
Era un ayunador, durante el ayuno no tomaba peiza porque su profesión se lo prohibía.
Su delgadez no era del ayuno sino de su descontento consigo mismo. La gente lo consideraba un vil farsante, ya que el ayuno era cosa fácil para él.
¿Por qué suspender el ayuno a los 40 días si podía hacerlo duarante más días? Estaba cansado y no quería levantarse porque se encontraba agusto en la paja y se lo podía permitir.
Entonces llegaba el empresario con música que casi ni se podía hablar y le estiraba los brazos, enseñando cómo se encontraba, y se lo entregaba a las dmas que se ponían pálidas. Entonces venía la comida y para el ayunador era más un desmayo que un sueño, el empresario le hacía tragar algo y la gente aplaudía con la música de fondo.
Así vivió muchos años, respetado en el mundo y en los periódicos.
Un día el artista del hambre dejó de ser el espectáculo que querían ver, ya querían ver otra cosa. El empresario recorrió media Europa por si lo querían ver pero fue en vano. Lo sacó de la jaula y lo dejaba por donde pasaban las gentes viendo los espectáculos. El ayunador pensaba que si lo pùsieran más lejos de las cuadras su espectáculo sería más visto.
Un día un ocioso se detuvo delante de él y lo acusó de estafa, pero él no engañaba , era el empresario.
Un día alguien preguntó por él, ya olvidado y estaba entre las pajas, olvidado. Akguien le preguntó si ayunaba aún y le dijo que sí. Y le preguntó que por qué seguía haciéndolo, . El ayunador le dijo que era porque no encontraba comida que le gustara. Lo metieron en una jaula y le echaron una pantera.
Un artista del trapecio.
Un artista del trapecio como profesional se pasaba todo el día colgado, de día y de noche. Lo que necesitaba se lo subían en un cestillo. Pero su trato humano estaba limitado.
De vez en cuando subía alguien para hacerle compañía, o los obreros que arreglaban los cables. Así podía vivir siempre a nos er el movimiento del cirso. Lo llevaban en el carro más rápido para no estuviese mucho tiempo fuera del trapecio.
Pero ya cansado del trapecio le dijo al empresartio que necesitaba dos trapecios, uno frente al otro. El empresario se reprochó a sí mismo que haya trabajado en un sólo trapecio tanto tiempo. Aún haber tranquilizado al trapecista con el segundo trapecio, vi como se dibujaba la primera arruga del trapecista.
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