Hace no más de un año fuimos a ver a mi amigo Iván, óptico de profesión, a aquello de lo que nos pasa cuando superamos la barrera de los 50: vemos menos ...

Mi amigo tiene su negocio en el centro de Dos Hermanas y pasamos a visitarlo y a reconocernos...

Es cuerioso como anécdota que ya en esos años, mi amigo Iván tenga en el DNI como nombre Juan y es que el enano mafioso matón que gobernaba por entonces no permitía que a los nacidos se le pusiera nombre comunista. La subnormalidad en grado supino siempre existirá entre los gobernantes...

Pero tras una agradabe jornada con mi amigo con el que comparto todos los martes nuestro partido de Fútbol 7, volvemos a donde dejamos el coche, en el parking de la Plaza de Abasto. 

A mí que no se me va ni una, en el terreno gastronómico, veo una confitería llena de cartones de huevos. Ya me pasó en la heladería, para mí , una de las mejores del país: Verdú en Triana. Y es que para ése, que es el helado top: se hace con crema inglesa. Pero ya hablaremos otro día de Verdú, la heladería más antigua de Sevilla (1972).

En dicho puesto de la Plaza,me acerqué a ver que se tramaba detrás de esos cartones. Yo pensé :"Eso significa crema inglesa o derivados auténticos de varilla manual...", 


Ante tanto cartón de huevo, me acerco y veo una señora haciendo en una perola la cobertura de huevo para una palmera...


No soy mucho de palmera de huevo, pero eso había que probarla. 

Aunque las palmeras me gustan frías, y soy adicto a las de chocolate heladas y mejor congeladas, que hacen cruch si el chocolate es cobertura auténtica. La chica nueva donde voya a comerlas me preguntó sin que la viese la encargada "perdona, ¿por qué congeladas?". Yo le comenté   por el cruch en boca y como niña curiosa, cada vez que ve con una sonrisa me dice: "¿congelada?" y yo lo afirmo y confirmo...

Pero la palmera hecha de las manos de Paquita me atreví, como no,  a tomarla, de huevo caliente, la antítesis de lo que me gusta...

Confirmada la antítesis de lo que creía: el manjar hecho dulce...El cielo de la boca cual jamón corteconfeccionario...¡Qué barbaridad!

La confitería no es otra que la "Confitería Paquita", la cual cada producto que tiene está hecho a mano como dios manda. Nada de químicos y así son las delicias que prepara.

Son muy pocas cosas, no más de 16, como manda los cánones de la Escuela de Hostelería , pero a cual mejor...

Nos dio a probar la crema que hacía en ese momento para cobertura de otro delicioso postre que estaba haciendo y se inundaron mis papilas gustativas: qué maravilla. 

Xodó se quedó maravillada, no sabía qué hacer o que pedir cual niña en tienda de golosinas (ya le pasó en Pierre Hermé en París...). 

Hizo un pedido de palmeras y bizcocho de limón aún caliente y me dio las llaves e hizo que llevara el coche (cosa que casi nunco hago porque soy conductor tortuguil) para hincarse media palmera, camino de casa.

En mis pensamientos de conductor reptil, mientras reinaba en el coche el silencio y el um de Xodó; para mis adentros le creé una oración cual santa: 

"Paquita que dios te bendiga, 

sabes que llena eres de gracia 

y que dures muchos años 

para que pueda ir a verte a verte más aún sin autonomasia

...Amen".